Cabal y la discusión que el país no puede seguir postergando: Estado, gasto y resultados
- cauca10cauca
- hace 2 días
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La senadora María Fernanda Cabal se ha consolidado como uno de los principales referentes del control político en Colombia. Su incidencia en la opinión pública no se explica únicamente por el tono de sus intervenciones, sino por una estrategia permanente de fiscalización sustentada en documentos oficiales, cifras verificables y debates de alto impacto.
Uno de los episodios recientes que volvió a poner su nombre en el centro de la agenda nacional fue la divulgación del crecimiento administrativo y presupuestal del Ministerio de la Igualdad. A partir de información obtenida mediante derechos de petición, se reveló un incremento acelerado tanto en el número de funcionarios como en los recursos destinados a su nómina en un periodo inferior a tres años. El dato encendió una discusión que trasciende lo coyuntural: la eficiencia del Estado y el uso real de los recursos públicos.
Este episodio no es aislado dentro de su línea política. Cabal ha mantenido una narrativa constante sobre la necesidad de un Estado funcional, austero y orientado a resultados. En su enfoque, el crecimiento institucional debe obedecer a impactos medibles y no a dinámicas burocráticas sin retorno social verificable. Esta postura la ha llevado a confrontar directamente varias de las apuestas estructurales del actual gobierno.
En materia económica, su discurso se apoya en el fortalecimiento de la productividad, la seguridad para la inversión, la reducción de cargas al sector empresarial y la promoción de la economía formal. Desde su perspectiva, el crecimiento sostenible depende menos del aumento del aparato estatal y más de la capacidad del sector productivo para generar empleo y recaudo.
El componente rural también ocupa un lugar central en su propuesta. Infraestructura, conectividad, crédito directo y reducción de costos de producción conforman el núcleo de su visión para el campo, con el objetivo de integrar al productor a los mercados y a las cadenas de valor, sin recurrir a esquemas de dependencia estructural.
En el escenario político nacional, Cabal ya no opera como un actor marginal ni como una voz episódica. Su presencia constante en debates clave, sumada al impacto de sus denuncias, la posiciona como una figura estructural dentro de la oposición. En un país atravesado por profundas tensiones sobre el rumbo económico e institucional, su rol seguirá siendo determinante en la configuración del debate público de los próximos años.
9 de Diciembre 2025





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