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Cuando el poder vuela por encima de la ley

  • cauca10cauca
  • 22 jul
  • 2 Min. de lectura
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En un Estado que se precia de democrático, los bienes públicos deben ser sagrados. No pueden estar al servicio de intereses personales, políticos o familiares. Pero en Colombia, los límites entre lo público y lo privado parecen cada vez más difusos. El caso de Juliana Andrea Guerrero Jiménez es un ejemplo alarmante.

Esta joven funcionaria del Ministerio del Interior, de apenas 22 años y sin título universitario, abordó en junio un avión y un helicóptero de la Policía Nacional para desplazarse a Aguachica, Cesar. El costo estimado en combustible supera los 126 millones de pesos. La versión oficial: se trataba de una “misión secreta de seguridad nacional”. Sin embargo, investigaciones periodísticas apuntan a una intervención en el Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar para favorecer al rector saliente, con vínculos personales y familiares.

La denuncia presentada por la senadora María Fernanda Cabal ante la Procuraduría ha encendido las alarmas. También la Contraloría y la Fiscalía han abierto investigaciones, esta última por un posible delito de peculado por uso. Pero el caso es más que una irregularidad administrativa: es el reflejo de una cultura política donde el poder se ejerce con impunidad, donde la meritocracia es reemplazada por el amiguismo, y donde el control institucional se ve debilitado por narrativas de conveniencia.

La pregunta que debemos hacernos como sociedad es simple: ¿estamos dispuestos a normalizar estos actos? Si los recursos públicos como helicópteros o aviones destinados a misiones de seguridad pueden ser usados para gestiones clientelistas, entonces ¿qué nos queda?

Este no es un caso aislado. Es un síntoma de algo más profundo. Colombia necesita con urgencia fortalecer la ética en el servicio público, blindar los mecanismos de control y restablecer la confianza ciudadana en las instituciones. De no hacerlo, el mensaje será claro: en este país, quien tiene poder puede volar alto… por cuenta de todos nosotros.



22 de Julio 2025


 
 
 

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