El laberinto interno del uribismo y el lugar que ocupa María Fernanda Cabal
- cauca10cauca
- 20 nov
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En la antesala de las elecciones presidenciales de 2026, la derecha colombiana enfrenta una paradoja que ya no puede seguir ocultando: mientras busca reconstruir su identidad y encontrar una figura capaz de unificar a un electorado disperso, dentro del propio uribismo surgen tensiones que revelan fisuras históricas, rivalidades soterradas y estructuras que no siempre funcionan bajo criterios de meritocracia. En medio de ese tablero político aparece la figura de María Fernanda Cabal, una de las voces más influyentes, polarizantes y a la vez más sólidas dentro del Centro Democrático.
Cabal ha logrado consolidarse como una de las dirigentes con mayor respaldo electoral dentro de su partido, lo que en cualquier otro contexto sería suficiente para poner su nombre entre los aspirantes con prioridad para disputar una candidatura presidencial. Sin embargo, su camino dentro del uribismo se ha visto marcado por obstáculos que no sólo reflejan diferencias ideológicas, sino también dinámicas internas que han acompañado a muchos partidos tradicionales: resistencias generacionales, pugnas de liderazgo y, en algunos casos, sesgos poco admitidos.
Uno de los puntos más sensibles ha sido la discusión sobre los mecanismos para escoger al candidato del partido. La solicitud de aclarar, revisar o incluso aplazar ese proceso no surge en un vacío; responde a una preocupación legítima sobre la transparencia y la equidad interna. La pregunta, entonces, no gira únicamente en torno a si Cabal debe o no ser candidata, sino sobre si las reglas del juego permiten que quien cuente con respaldo real pueda competir sin trabas implícitas.
La derecha llega a este ciclo electoral en un momento complejo: carece de una narrativa cohesionada, enfrenta desgaste de imagen y se ve obligada a encontrar un liderazgo capaz de dialogar con sus bases sin fracturas. En ese escenario, ignorar el capital político de figuras con amplio respaldo podría ser un error estratégico.
El tratamiento que reciba Cabal en este proceso será un termómetro del momento interno del uribismo. Más que una disputa entre nombres, revela si el partido está dispuesto a renovarse, revisar sus estructuras y reconocer liderazgos más allá de las preferencias tradicionales. El desenlace no definirá solo una candidatura: también mostrará qué tipo de derecha quiere proyectarse hacia el país en los próximos años.
20 de Noviembre 2025






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