Infiltración interna: La denuncia que sacude al país

Un nuevo capítulo de desconfianza se abre en Colombia. La senadora María Fernanda Cabal afirmó que hay indicios de que excombatientes de FARC especialmente vinculados a la disidencia comandada por alias “Calarcá” habrían logrado introducirse en agencias clave del Estado, incluida la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) y algunas unidades del Ejército Nacional de Colombia.

Según lo denunciado, los documentos obtenidos de computadores incautados a Calarcá revelarían comunicaciones comprometedoras. En esos mensajes, se sugiere la existencia de vínculos entre las disidencias, miembros del Gobierno y altos funcionarios militares. La senadora sostiene que esta infiltración no es algo aislado, sino parte de una red estructural que podría haber influido en decisiones de seguridad, ascensos y manejo de inteligencia estatal.

Ante lo que considera una amenaza grave para la institucionalidad, Cabal solicitó ayuda internacional: envió una carta al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, para pedir cooperación en las investigaciones y denunciar lo que describió como “la infiltración criminal más profunda en décadas”.

Las revelaciones han generado alarma porque, de confirmarse, demostrarían una penetración del crimen organizado dentro de las estructuras encargadas de proteger al país. La posibilidad de que disidentes armados hayan accedido a información sensible y al mismo tiempo mantenido nexos con personas influyentes pone en duda la capacidad del Estado para garantizar su propia seguridad.

Muchos colombianos reaccionan con preocupación. ¿Qué tan profundo es este involucramiento? ¿Cuántas personas están implicadas? ¿Qué tan frágiles son nuestras instituciones si pueden ser infiltradas desde adentro? Más allá del ruido político, la inquietud es real: en medio de una ola de violencia persistente, el temor crece al pensar que los enemigos del país no son solo externos, sino que podrían estar actuando desde sus entrañas.

26 de Noviembre 2025