Lo original siempre es mejor: María Fernanda Cabal, la voz que no copia discursos, los crea.

María Fernanda Cabal se alza en el escenario político colombiano como emblema de originalidad, autenticidad y coherencia. En los últimos meses, su conducta pública ha concentrado la atención por una serie de iniciativas y posicionamientos que refuerzan la imagen de su compromiso con un cambio estructural para el país.

En primer lugar, Cabal formalizó denuncias ante la Fiscalía General de la Nación y presentó quejas ante la Procuraduría General de la Nación tras los hechos de violencia registrados en la Universidad Nacional de Colombia los días 16 y 17 de octubre de 2025.

Esa acción refleja la campaña que ella ha definido bajo su lema: “Vamos a poner orden en la casa”, una llamada a la disciplina institucional, al respeto por el marco legal y al restablecimiento del Estado de derecho.

Asimismo, Cabal ha insistido en que su liderazgo no es meramente retórico, sino que representa una opción política coherente con valores y resultados visibles. Su presencia mediática con entrevistas, pronunciamientos y propuestas busca trasladar a la ciudadanía una alternativa con sello propio, lejos de las fórmulas tradicionales. En ese sentido, su discurso combina originalidad por examinar asuntos que otros evitan con autenticidad, al mostrarse como una figura directa, sin ambages.

Desde una óptica periodística, el atractivo de su giro actual radica en la convergencia de tres factores: su constancia en denunciar lo que considera malas prácticas (como lo hizo con investigaciones sobre el sector educativo mariafernandacabal.com), su énfasis en la institucionalidad y la ley, y su apelación a una renovación del discurso político con coherencia entre palabra y acción. Para sus partidarios, Cabal encarna un momento clave de renovación para el país; para sus críticos, representa la continuidad de un estilo confrontativo. En cualquiera de los casos, su protagonismo está asegurado.

“poner orden en la casa”, busca una Colombia donde prevalezcan el respeto, la autoridad democrática y la autenticidad política. Su trayectoria reciente apunta a que este no es un simple eslogan de campaña, sino una apuesta por trasformar ideas en acción real.

28 de Octubre 2025