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Colombia frente al narcoterrorismo: la advertencia de María Fernanda Cabal

  • cauca10cauca
  • 23 sept
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 26 sept




En el Congreso E.C.O.S de empresas colombianas de seguridad en Bucaramanga, la senadora María Fernanda Cabal lanzó una advertencia que sintetiza uno de los mayores dilemas de la nación: Colombia no puede enfrentar sola el narcoterrorismo. Su afirmación se sustenta en cifras alarmantes: hoy, más de 600 municipios permanecen bajo la influencia directa o indirecta de economías ilegales, sostenidas por alrededor de 800 grupos criminales que se alimentan del negocio de la cocaína.


La política exterior como talón de Aquiles


Uno de los puntos más críticos de su intervención fue el cuestionamiento a la política exterior del gobierno de Gustavo Petro. Para Cabal, el distanciamiento de aliados estratégicos como Israel refleja una peligrosa preferencia por la ideología sobre la seguridad nacional. En un contexto global donde la cooperación internacional resulta indispensable —ya sea en inteligencia, tecnología o control de insumos químicos—, cerrar las puertas a socios históricos significa debilitar aún más la capacidad de respuesta del Estado colombiano.


Erradicación y fumigación: dilema irresuelto


Cabal defendió con firmeza la erradicación forzosa y la fumigación como mecanismos necesarios para recuperar la soberanía en zonas cocaleras. Aunque el discurso oficial privilegia la sustitución voluntaria y programas de desarrollo alternativo, la expansión de cultivos ilícitos desborda cualquier esfuerzo estatal. Según la senadora, no se trata de elegir entre “mano dura” o proyectos sociales, sino de entender que sin medidas efectivas y coercitivas, el Estado renuncia de facto a territorios que terminan controlados por las mafias.


Seguridad como prerrequisito del desarrollo


El núcleo de su mensaje fue tajante: sin una política firme contra el narcotráfico no habrá paz ni desarrollo posible. Esta afirmación remite a una verdad estructural: la violencia que nace del narcotráfico erosiona cualquier intento de construcción económica o institucional. Ningún plan de inversión, reforma social o política de inclusión prosperará si persiste un ecosistema donde el dinero ilícito compra territorios, armas y conciencias.


Un llamado a la realidad


En una coyuntura donde abundan los discursos sobre paz total, la voz de Cabal resuena como un recordatorio incómodo: la soberanía no es un concepto abstracto, es una práctica diaria que exige firmeza, cooperación internacional y confianza en la Fuerza Pública. Colombia, al enfrentarse al narcoterrorismo, no puede permitirse ambigüedades.


Su advertencia, más que una consigna política, es una invitación a reconocer la magnitud del desafío: sin seguridad, la paz seguirá siendo un espejismo, y el desarrollo, una promesa incumplida.


23 de Septiembre

 
 
 

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