El legado de la Seguridad Democrática en el Cauca: Uribe lo empezó, Cabal promete continuarlo
- cauca10cauca
- 31 jul
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El legado de la Seguridad Democrática en el Cauca: Uribe lo empezó, Cabal promete continuarlo
Durante décadas, el Cauca ha sido una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado en Colombia. Grupos ilegales, presencia débil del Estado, cultivos ilícitos y secuestros marcaron la vida de miles de campesinos, indígenas, afrocolombianos y habitantes urbanos. Sin embargo, hubo un periodo en que la historia empezó a cambiar. Ese periodo llevó el nombre de Seguridad Democrática y fue implementado durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
¿Qué significó la Seguridad Democrática para el Cauca?
La política de Seguridad Democrática no fue solo una estrategia militar, fue una apuesta por devolverle al ciudadano común su derecho a vivir sin miedo. En el Cauca, eso se tradujo en varios hechos concretos:
· Se redujeron los secuestros drásticamente.
· Municipios como Toribío, Suárez, Caloto y Jambaló recuperaron presencia estatal.
· Volvieron las caravanas productivas y se reactivó la economía rural.
· Las fuerzas armadas aumentaron su presencia en zonas donde antes solo mandaba la guerrilla.
· La carretera Panamericana —arteria vital para el suroccidente— pasó de estar en constante amenaza a tener libre circulación.
Aunque la violencia no desapareció por completo, muchos en el Cauca aún recuerdan esos años como un tiempo de orden, autoridad y esperanza.
¿Qué propone María Fernanda Cabal?
La senadora María Fernanda Cabal, fiel seguidora del uribismo, ha hecho pública su intención de retomar y actualizar la Seguridad Democrática si llega a la presidencia. Para ella, la paz no se logra con negociaciones frágiles ni con discursos lejanos a la realidad del campo, sino con autoridad legítima del Estado, justicia efectiva y presencia permanente de la Fuerza Pública.
Entre sus propuestas destacan:
· Frentes ciudadanos de seguridad, articulados con la Policía Nacional, que involucren activamente a las comunidades.
· Más presencia militar en las regiones más abandonadas, sin dejarle el terreno libre a disidencias ni a economías ilegales.
· Construcción de cárceles modernas para castigar con eficacia a los violentos.
· Regulación del porte legal de armas para personas que vivan en riesgo comprobado.
· Cero diálogo con grupos ilegales que continúen delinquiendo, porque “la paz no se ruega, se impone con autoridad”.
María Fernanda Cabal ha dicho con claridad: “Al Cauca no se le puede dejar solo”. Para ella, lo que se logró en el pasado con firmeza debe retomarse, con herramientas modernas, voluntad política y una convicción clara: el Estado debe llegar primero que el crimen.
Hoy, mientras el departamento vuelve a ser epicentro de masacres, atentados, bloqueos y amenazas, esta propuesta cobra especial relevancia. No se trata de militarizar por militarizar, sino de garantizar que ningún colombiano tenga que vivir escondido o huir de su tierra por miedo.

31 de Julio 2025






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